Bevilacqua y Chamorro

Bevilacqua y Chamorro, una de las parejas más ilustres de la literatura española de los últimos lustros, vuelven a tener una misión que realizar entre manos. Estos personajes, creados por el escritor español Lorenzo Silva, son una pareja de guardias civiles capaces de adentrarse en lo más denso del fango de la sociedad española. Ambos son testigos de la descomposición del país y de lo difícil que es trabajar de forma libre en cada uno de los escenarios para los que son reclamados.

Esta genial pareja de personajes le valió a Lorenzo Silva hace ya algunos años el mismísimo Premio Planeta, que conquistó con la novela ‘La marca del meridiano’. No obstante muchas son las obras que van acumulándose en la trayectoria literaria de Silva que tienen como eje de sus historias las peripecias que llevan a cabo el teniente Rubén Bevilacqua y la sargento primero Virginia Chamorro.

Ya en ‘Los cuerpos extraños’ los dos personajes habían tenido que bañar hasta los albañales más densos de la España corrupta, tras ser avisados del asesinato de una concejal de urbanismo en una localidad del Levante español, la cual había intentado cambiar un poco la podredumbre del escenario político.

Ahora llega el turno de desentrañar los peligros que afrontan los soldados españoles que se encuentran destinados en un país tan adverso para los ciudadanos occidentales como Afganistán. ‘Donde los extranjeros’, publicada por la editorial Destino –bajo el amparo una vez del grupo Planeta- pone a prueba a Bevilacqua y Chamorro, que deberán abandonar por vez primera la geografía española y adentrarse en Afganistán.

Esta novela está inspirada en una visita que Lorenzo Silva realizó a la base militar de Herat en el verano de 2014; allí, personas como Marian Valderrey –guardia civil que inspira uno de los personajes de la novela- fueron guiando a Silva por una idea concreta. ‘Donde los escorpiones’ gira en torno al esclarecimiento del asesinato de un conflictivo soldado, que fue degollado con una hoz que los afganos emplean para cortar las amapolas que luego dan lugar a la heroína.