No compramos libros

La crisis económica ha minado considerablemente el poder adquisitivo de los ciudadanos españoles. Esto, unido a la irrupción y el desarrollo del libro electrónico como forma de consumo por parte del lector, ha propiciado que el comprador se lo piense dos veces a la hora de hacerse con un ejemplar, sobre todo si no ha salido a la venta recientemente.

Siempre están las bibliotecas públicas para leer prácticamente el libro que queramos, eso es una realidad como un templo. Pero ese perfil de lector al que le gusta tener un determinado libro en su propiedad para leerlo durante el tiempo que le apetezca, para leerlo sin plazos o para repasarlo cuando pasen unos meses o unos años, en lo único que piensa es en tener el ejemplar físicamente con él para siempre.

Y si la economía doméstica no da para comprar libros en papel como antes, pues hay que buscar alternativas. Es en este escenario donde se desarrollan las librerías “low cost”, que ofrecen libros ya usados a muy bajo coste, prácticamente a un precio simbólico. Esto, además de contribuir a democratizar la cultura, potencia la lectura de todo tipo de lectores, independientemente de su poder adquisitivo.

La ciudad de Madrid ha visto cómo han proliferado en los últimos años estas librerías “low cost”. Como para leer un libro no hace falta que esté flamante ni recién estrenado, sino que las letras se entiendan bien y las páginas estén intactas, pues darle nuevas vidas a ese libro que un día el cerrajero Albacete compró es lo mejor sin duda. En Tuuu Librería, que cuenta con dos establecimientos en la capital de España, es posible incluso cargar con todos los libros que se crea conveniente y pagar por ellos el precio que el comprador estime oportuno. Uno de los grandes ejemplos de librería “low cost” es Re-Read, que ahora opera en la mismísima calle O`Donnell de Madrid y que permite adquirir libros pagando a cambio dos, tres, cuatro o cinco euros, algo impensable hace años.